(Reseña)
La historia no se repite.
Hoy y mañana, ayer y hoy y mañana:
El puente esta tendido, espera tu paso.
Por que la historia no se repite ni se hace de noche:
La historia se hace de día
Con el sol en la cara, con alegría.
Alrededor de todos hay una multitud.
¿Qué esperas?
¿Qué la historia se haga sola?
Miguel Guardia.
I
Han pasado ya 33 años desde que Eduardo Galeano termino de escribir esta fenomenal obra que nos permite entender nuestro pasado, comprender nuestro presente y por que no, hacer algunas proyecciones para el futuro. La maestría con que nos presenta cada capitulo, nos recuerda las recomendaciones que nos hace el sociólogo estadounidense Wraigth Mills en “La imaginación sociológica”, en el capitulo titulado la gran Teoría, en la que parafrasea a Talcot Parsosn por su gran complejidad de escritura, así mismo la critica que hace de algunos grandes escritores al citar que se preocupan más por la cuestión sintáctica de su escritura que por el contenido. Si bien Galeano no nos presenta en las venas abiertas una obra especializada en el tema, ni la estructuración de una teoría, como él mismo nos dicta: Este libro había sido escrito para conversar con la gente. Un autor no especializado se dirigía a un público no especializado, con la intención de divulgar ciertos hechos que la historia oficial, historia contada por los vencedores, esconde o miente. Sí nos da las bases de la historia Latinoamericana, de una forma fluida, amena, interesante y con un lenguaje sencillo, pero extremadamente profundo en lo que quiere transmitir al lector, pues la lectura de un libro es como una charla con el autor, y en este caso, diría yo una charla muy rica en todo sentido.
Podemos ver que la estructura de la obra se divide en dos partes; por un lado la titulada: “LA POBREZA DEL HOMBRE COMO RESULTADO DE LA RIQUEZA DE LA TIERRA” y por la otra: “EL DESARROLLO ES UN VIAJE CON MÁS NAUFRAGO QUE NAVEGANTES”. Desde de mi juicio, puedo suponer que la división de la obra en dichos capítulos se puede deber a que el autor hace una división entre lo que se conoce como “Colonización”, es decir las primeras invasiones a América, desde su descubrimiento en 1492, la expansión de muchas colonias Europeas, junto a la dominación económica, política y cultural. Y la “Neocolonización”, que se da después de las supuestas independencias de los países latinoamericanos (Transcurso del Siglo XIX), y que tiene como punto, la dominación económica de los países “subdesarrollados”.
Para un análisis de la obra de Galeano, trataremos de trabajar antes que nada la primera parte de la obra, pretendiendo de explicar el último apartado de la segunda parte de la obra, el cual se titula: “Nunca seremos dichosos, ¡ Nunca ! Había profetizado Simón Bolívar. La razón de hacerlo así es la siguiente: El autor de la obra nos presenta una cronología de la historia Latinoamericana para tratar de darnos una idea del por que América Latina hasta tiempos del autor 70´s – y en la actualidad, pues esos hechos históricos siguen arrastrándonos a la dependencia y a la pobreza - vivía condiciones de pobreza y precariedad en todo sentido. Para nosotros, la patria es América, había proclamado Simón Bolívar: la Gran Colombia se divide en cinco países y el libertador murió derrotado: Nunca seremos dichosos, ¡nunca!, dijo al general Urdaneta... El resultado esta a la vista: en la actualidad, cualquiera de las corporaciones multinacionales opera con mayor coherencia y sentido de unidad que este conjunto de islas que es América Latina. La mundialización de la nueva guerra, no es más que la mundialización de las lógicas de los mercados financieros. De rectores de la economía, los Estados Nacionales (y sus gobernantes) pasaron a ser regidos, más bien teledirigidos, por el fundamento del poder financiero: el libre cambio comercial. Por lo anterior, yo abogo por ver la historia hacia adelante, es decir como algo que trae consecuencias en el futuro, así podremos entender el momento histórico de Bolívar, del autor y nuestro, y para tal caso tendremos que analizar por que la pobreza del hombre es resultado de nuestra Riqueza.
II
Durante el siglo XV, las Colonias Europeas vivían una etapa de expansionismo, conquista de mercados y territorios, la Iglesia tenia un gran peso sobre toda la estructura social, política y cultural. Estamos hablando pues, de un capitalismo mercantilista. En ésta lógica es como España por medio del marino Genovés Cristóbal Colón, llega a tierra Latinoamericanas y casi 50 años después, llega Hernán Cortes para traer consigo de una forma más directa el caos y la sumisión de los nativos hacia la colonia Española. América era el vasto imperio del Diablo, de redención imposible y dudosa, pero la fanática misión se confundía con la fiebre que desataba, en las huestes de la conquista, el brillo de los tesoros del Nuevo Mundo. Bernal Díaz del Castillo, fiel compañero de Hernán Cortés en la conquista de México, escribe que han llegado a América por servir a Dios y a Su Majestad y también por haber riquezas. La gran sumisión hacia la iglesia y la corona era notable en la plebe, pero también su gran afán por el poder, un poder del que no gozaban en España. Podemos decir que el punto fundamental de la colonización de América fue su gran riqueza. Con despecho escribía Colon a los reyes, desde Jamaica, en 1503: Cuando yo descubrí la Indias, dije que eran el mayor señorío rico que hay en el mundo. Yo dije del oro, perlas, piedras preciosas, especierías ...
Así, el objetivo era el saqueo al máximo de la riqueza de la nuevas tierras - metales, teniendo a Potosí como nervio principal para tal fin – y para tal fin, se utilizaron dos métodos: Espada – represión, torturas, asesinatos – y Cruz – el aniquilamiento del politeísmo suplantando el catolicísimo como única religión y método efectivo de dominación, utilizando para tal fin la espada – .
Un apartado importante de las Venas es el que dice “España tenia la Vaca, pero otros se tomaban la leche”, el cual empieza de la siguiente manera: Entre 1545 y 1558 se descubrieron las fértiles minas de plata de Potosí, en la actual Bolivia, y las de Zacatecas y Guanajuato en México; el proceso de amalgama con mercurio, que hizo posible la explotación de plata de ley más baja, empezó a aplicarse en ese mismo periodo. El Rush de la plata eclipsó rápidamente a la minería de oro. A mediados del siglo XVII la plata abarcaba más del 99 por ciento de las exportaciones minerales de la América hispánica. Los metales arrebatados a los nuevos dominios coloniales estimularon el desarrollo económico europeo y hasta puede decirse que lo hicieron posible.
Y efectivamente, la gran cantidad de riquezas saqueadas hizo posible el ascenso de Europa, pues en ella existía una crisis por la gran cantidad de guerras internas, sin embrago, aunque España era el colonizador, eran otros quienes recibían los beneficios de ella, pues subsidio varias guerras como la de los 7 años. Sucesivos tratados comerciales firmados a partir de las derrotas militares de los españoles en Europa, otorgaron concesiones que estimularon el tráfico marítimo entre el puerto de Cádiz, que desplazó a Sevilla, y los puertos franceses, ingleses, holandeses y anseáticos.
Así, Galeano nos muestra con hechos históricos, lo que él sostienen en su obra “Nuestra pobreza es causa de nuestra riqueza”. Halamos aquí de una riqueza en recursos naturales y en mano de obra regalada, pues a los indios Yaquis de sonora los aniquilaron para obtener sus tierras ricas en recursos minerales y fértiles y poderlas vender a capitalistas norteamericanos. La misma suerte corrieron los indios Yaquis de Yucatán quienes eran esclavizados para explotar sus propias tierras en manos de latifundistas – en el periodo de Porfirio Díaz –. Ya John Keneth en su libro México Bárbaro escribía: ...los hacendados de Yucatán esclavizan a los obreros libres de sus feudos para reemplazar a los esclavos agotados, desnutridos, maltratados y agonizantes en sus fincas. Esclavitud quiere decir propiedad sobre el cuerpo de un hombre, tan absoluta que éste puede ser transferido a otro; propiedad que da al poseedor el derecho de aprovechar lo que produzca ese cuerpo, matarlo de hambre, castigarlo a voluntad, asesinarlo impunemente. Aunque es una comparación anacrónica, nos muestra pues que la esclavitud – partiendo de la definición que da Keneth – en América Latina es una constante, y digo es por que en la actualidad existen algunos casos de Maquilas en Sudamérica, en las cuales existen cárceles para los obreros, pero a eso volveremos más tarde.
El acaparamiento por parte de Europa sobre los metales – oro y plata principalmente – de América Latina fue devastador, con una maestría de deshumanización increíble. Hasta 1957, se “acepta” que los indios son humanos, y durante el siglo XVI hasta parte del XIX, el trafico de esclavos negros puso de manifiesto la irracionalidad, bestialidad e inhumanidad de los países “civilizados”. Se estima que de 9 a 10 millones de negros fueron traficados y que sólo existían 6 millones en América Latina, esto de 1518 – 19, los demás murieron en el transcurso del viaje por las condiciones precarias en que viajaban.
A lo anterior siguió la explotación agrícola, la explotación del suelo latinoamericano en beneficio de la Europa, por medio de la creación de latifundios. De la plantación colonial, subordinada a las necesidades extranjeras y financiada, en muchos casos, desde el extranjero, proviene en línea recta el latifundio de nuestros días. Este es uno de los cuellos de botella que estrangulan el desarrollo económico de América Latina y uno de los factores primordiales de la marginación y la pobreza de las masas latinoamericanas.
El problema de la tierra es, hasta nuestros días un problema, bien dice Galeano que es un problema de las masas latinoamericanas y factor primordial de la pobreza. En la actualidad, dicho problema no se soluciona, en México por ejemplo, se reforma el articulo 27 constitucional y se deja desprotegido al campesinado, cayendo en un retroceso histórico, pues antes en la época prehispánica, la tierra era colectiva, ya luego en la colonización la tierra pasa a pocas manos – latifundios y minifundios – , pero con la revolución mexicana, “la tierra debería ser ya para quien la trabaja”, y en la actualidad eso esta muy lejos de ser cierto. Lo anterior lo ponen de manifiesto el movimiento social “el campo no aguanta más” en México o el movimiento “Sin tierra” en Brasil. Y a propósito de Brasil: Naturalmente para producir alimentos, pasó a ser una región de hambre. Donde todo brotaba con vigor exuberante, el latifundio azucarero, destructivo y avasallador, dejó rocas estériles, suelos lavados, tierras erosionadas. Así Galeano nos muestra como un Brasil con grandes extensiones de tierra productiva, quedo hecho trizas a merced del colonialismo. No plasma como un gran país tan rico en tierra fértiles, que generaban una gran producción, daban de comer a sus habitantes nativos tierra para compensar la falta de hierro causa de la desnutrición en los niños. De esta forma, un gran productor de caña de azúcar no proporcionaba a sus niños ni un dulce para saciar el hambre. Sin embargo y contrario a esto, los plantadores de cacao en Venezuela encendían sus cigarros con billetes de quinientos mil reis. El trafico de esclavos proporcionó mano de obra muy productiva para los latifundios, en la producción de azúcar, café, cacao, producción que se tradujo en capitales para Europa y Estados Unidos – que se presume se debe su independencia a que Inglaterra prohibió la esclavitud, y al no beneficiar esa abolición a Estados Unidos, decide independizarse y continuar con la esclavitud –. El azúcar del trópico latinoamericano aportó un gran impulso a la acumulación de capitales para el desarrollo industrial de Inglaterra, Francia, Holanda y, también de los Estados Unidos, al mismo tiempo que mutilo la economía del nordeste de Brasil y las islas del Caribe y sello la ruina histórica de África.
Y efectivamente, lo anterior es parte de la ruina Histórica de África y América Latina, pues como menciona Galeano, la tríada o santísima trinidad como le llamo, era un ciclo de comercialización perfecta que sirvió al crecimiento de Inglaterra como potencia y por ende al crecimiento de Estados Unidos. La industrialización norteamericana contó, desde antes de la independencia, con estímulos y protecciones oficiales. Inglaterra se mostraba tolerante, al mismo tiempo que prohibía estrictamente que sus islas antillanas fabricaran siquiera un alfiler. Por una lado África exportaba esclavos a Latinoamérica y consumía manufacturas, a su vez, América Latina consumía manufacturas, producía materias primas y alimentos mismos que enviaba a Inglaterra y Holanda, dándose un ciclo de producción perfecto. Menciona Galeano, que cuando una región era explotada al máximo, otra era ocupada y vuelta centro de producción. A lo largo de los siglos, hubo siempre una legión enorme de campesinos desocupados disponibles para ser trasladados a los centros de producción: las zonas florecientes coexistieron siempre con las decadentes, al ritmo de los auges y las caídas de las exportaciones de metales preciosos o azúcar, y las zonas de decadencia surtían de mano de obra a las zonas florecientes. Y no sólo se dio una migración interna, sino externa, pues con la expansión demográfica de Europa, muchísimos europeos migraron a zonas de América Latina con el fin de obtener trabajo y poblar lugares carentes de explotación, para integrarlos en la acumulación de capitales dentro del mercado productivo – esto ya avanzada la revolución Industrial – . dedicadas al cultivo del trigo, empobrecidas por la Y hasta 1800, - diría Galeano –, las tierras del viejo continente dedicadas al cultivo del trigo, empobrecidas por la erosión, recibían ávidamente los cargamentos de nitrato de soda provenientes de las salitreras Peruanas de Tarapacá y luego, de la provincia boliviana de Antofagasta. Gracias al salitre y al guano, que yacían en las costas del pacifico casi al alcance de los barcos que venían a buscarlos, el fantasma del hambre se alejó de Europa. Y completando el párrafo, el hambre se alejo de Europa alojándose en América Latina y no se ha ido hasta la actualidad.
El hambre siempre sobro en esos periodos, pero los alimentos abundaban, lo que trajo consigo revueltas sociales causa de todo lo anterior, desde la rebelión de Túpac Amaru en el Perú en 1781, quien abogaba por la libertad de los esclavos, hasta la rebelión del caudillo del Sur en México Emiliano Zapata en 1910 – hasta nuestros días con el alzamiento zapatista en México en 1994 – . Todo lo anterior causa de la injusticia, y la explotación de nuestro territorio y gente, por parte de las potencias económicas del mundo.
La única potencia mundial del continente americano y no de Latinoamérica, es Estados Unidos. Dicha potencia creció como tal, utilizando los recursos naturales de que le proporcionaba – y proporciona América latina – a muy bajo costo como menciona Galeano: los Estados Unidos compran fuera de fronteras una quinta parte del cobre que gastan. La falta de cinc resulta cada vez más angustiosa: cerca de la mitad vienen del exterior. No se puede fabricar aviones sin aluminio, y no se puede fabricar aluminio sin bauxita: los Estados Unidos casi no tienen bauxita. Nos plantea Galeano que históricamente la carencia de algunos productos por parte de Estados Unidos como minerales y petróleo, son la causa de sus inversiones en América Latina, cabe mencionar también que esta potencia posee una gran cantidad de reservas petroleras las cuales no utiliza, pues le es más fácil hacer uso de las ajenas.
Los países latinoamericanos a pesar de ser tan ricos, son tan pobres y eso es la casa de entregar a los privados los recursos nacionales. En algunos lugares como en Brasil, dichos recursos se encuentran en zonas ocupadas por los nativos amazónicos, que ven como de ellos dichos lugares, y no es que los vean como de ellos, sino que realmente les pertenecen, y lógicamente se oponen a la privatización y colonización de los mismos. Pero para llevara cabo su cometido, el capital tienen distintas armas represiva e ideológicas como la religión, como no plantea Galeano: ... según el diario Correio de Manhä, más de veinte misiones religiosas extranjeras, principalmente de la iglesia protestante de Estados Unidos, están ocupando la Amazonia, localizándose en los puntos más ricos en minerales, oro y diamantes El control de la natalidad se puso en práctica en este grandioso espacio vacío, para evitar la competencia demográfica de los muy escasos brasileños que, en remotos rincones de la selva o de las planicies inmensas, viven y se reproducen. Estamos hablando de que eso ocurrió en la década de los 60´s, y que podría pensarse que ya no pasa, pero ese pensamiento es erróneo, pues en Chiapas, se habla de una lucha de etnias y de religión, podemos ver como religiones como la protestante, evangelizan a las comunidades indígenas, el fin es sabido, el aniquilamiento de la cultura, de la resistencia. Cabe mencionar un dato importante el cual Galeano no menciona en las Venas. Durante el periodo de los 60´s, hasta la actualidad, nace un movimiento importante denominado “Teología de la liberación”, en el cual se interpreta la Biblia con otra utilidad: la liberación de los pueblos con el lema de: Fe y compromiso social. Dicho movimiento se expande por toda Latinoamérica y es utilizado en algunos casos como arma ideológica de las guerrillas Latinoamericanas. No dudo mucho que el protestantismo aya sido pues, una forma de repeler el avance de los teólogos de la liberación, que aún en la actualidad hacen su aparición en las comunidades de base zapatista o en comunidades eclesiales de base las cuales se expanden a lo largo y ancho de América latina llevando a cabo y difundiendo dicha doctrina ideológica en comunidades apartadas y por lo mismo marginadas.
Con el petróleo ocurre lo mismo que con el café o con la carne, que los países ricos ganan mucho más por tomarse el trabajo de consumirlo, que los países pobres por producirlo. La diferencia es de diez a uno: de los once dólares que cuestan los derivados de un barril de petróleo, los países exportadores de la materia prima más importante del mundo, reciben apenas un dólar.
Las multinacionales como el grupo rockefeller, son las que dictan los precios y la utilidad del petróleo, el ritmo de vida y muerte de las naciones que están por de bajo de el supuesto “desarrollo”, es decir llevan a cabo a la práctica la mega política, eligiendo las zonas de explotación, los salarios a pagar, los precios para los productores y consumidores, es decir rigen la vida económica del mundo. Muchas veces sin meter las manos directamente como ocurrió en la guerra de la triple alianza contra Paraguay, en la que Argentina, Brasil y Uruguay se enfrentaron a Paraguay con apoyo de Inglaterra, quien fue el único beneficiado con la guerra. Y los tres países agresores son de los que menor ingreso tienen en América Latina, y todo por que, por la buna economía nacional que poseía Paraguay, sin deudas y una óptica nacional fuerte y mejor que muchos países de su tiempo. El capitalismo ha sabido jugar bien las piezas del ajedrez, creando conflictos entre los países latinoamericanos, siendo él el beneficiado, llevado acabo algunas de las máximas de Nicolás Maquiavelo como “el fin justifica los medios” y en especial “divide y vencerás”. El petróleo no ha provocado solamente golpes de Estado en América Latina. También desencadenó una guerra, la del Checo (1932 - 35), entre los dos pueblos más pobres de América del Sur: Guerra de los soldados desnudos, llamo René Zavaleta a la feroz matanza recíproca de Bolivia y Paraguay.
Así pues, USA se apodera de los recursos de sus vecinos Latinoamericanos y es que como dice Galeano, les cuesta menos importar hierro de Brasil o Venezuela, que se sus propios suelos, y es que un obrero estadounidense, recibe un salario en promedio de cinco dólares por hora, mientras que un latinoamericano recibe aproximadamente 5 dólares por 8 horas, y en la actualidad, tienen un mercado de mano de obra muchísimo más barata, la China. El capital tiene para donde escoger, nunca pierde, siempre gana, las multinacionales se enriquecen, mientras que las naciones se empobrecen y caen en crisis severas como el caso de Argentina, en la cual se podía ver en los diarios una frase que decía de la siguiente manera: “Si privatizar es la cura, ¿por qué Argentina agoniza?
Eduardo Galeano nos presenta de una forma sintética y práctica, como es que América Latina se fue hundiendo en la situación actual, y de eso sacamos el por que Bolívar profetizaría que nunca seriamos dichosos, y al mismo tiempo entendimos algunas cuestiones de nuestra situación actual, pero eso no es suficiente, pues aún hay más.
III
Escribe Galano en esta segunda parte que “el desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes”. En esta segunda parte, nos presenta Una América Latina ya independiente, una fase de libre comercio, libre para las mercancías, pero no para las personas. A partir de 1813, cuando el asamblea se declaro autoridad soberana, los comerciantes extranjeros quedaron exonerados de la obligación de vender sus mercaderías a través de los comerciantes nativos: El comercio se hizo en verdad libre. Los vaivenes posteriores en las políticas aduaneras de los gobiernos de la independencia generarían sucesivas muertes y despertares de las manufacturas criollas, sin la posibilidad de un desarrollo sostenido en el tiempo
El nivel Industrial en países como Argentina, México, Brasil y Bolivia, era grande, desafortunadamente la industria extranjera con mayor capital y poder de competencia las desaprecio o en otros casos las absorbió, creando así el monopolio industrial. A causa de lo anterior, América Latina tuvo que importar manufacturas de las grandes potencias, aunque contradictoriamente la materia prima para dichas manufacturas, eran y siguen siendo de origen latinoamericano. El liberalismo que la independencia trajo consigo agregaba a la corona británica y paralizaba los obrajes textiles y metalúrgicos de México, Puebla y Guadalajara. El ferrocarril y los caminos culminaron la ruina de la Rioja, que había comenzado con la revolución de 1810: el libre cambio había provocado la crisis de sus artesanías y había acentuado la crónica pobreza de la región. Así como en Argentina, sucedió en todo Latinoamérica, pues el libre cambio no termino con la desigualdad, ni la pobreza, sin embargo la empeoró más.
A pesar de la nacionalización de algunos sectores económicos como el petróleo en Venezuela, o México o el comercio interior en Argentina, la dependencia no ceso, al contrario se agudizo más los capitales extranjeros seguían y siguen dictando las norma económicas. Dicha dependencia se da de la siguiente manera: supongamos que cualquier país Latinoamericano que vende petróleo, subsidia sus gastos públicos de la venta del mimo, ahora bien, supongamos que EUA es el comprador de dicho petróleo, entonces si EUA cae en una crisis, o se imposibilita en adquirir el petróleo, esto le afectaría al país productor de petróleo, pues al no vender el producto que le subsidia los gastos públicos, estos no se pueden llevar a cabo. Las únicas actividades expansivas eran en América Latina , las que se orientaban a la exportación; y así fue también en loa años siguientes: los intereses económicos y políticos de la burguesía minera o terrateniente no coincidían nunca con la necesidad de un desarrollo económico hacia adentro, y los comerciantes no estaban ligados al Nuevo Mundo en mayor medida que a los mercados extranjeros de los metales y alimentos que vendían y a las fuentes extranjeras de los artículos manufacturados que compraban.
También nos menciona Galeano los empréstitos para los ferrocarriles, es decir el Estado se endeudaba con capitales extranjeros para llevara cabo las vías férreas, sin embrago dichas vías servían para el transporte de mercancías, de una manera directa y barata – en la actualidad todavía quedan los corredores y se siguen realizando más ahora en carreteras como el Grana visión en Puebla y Tlaxcala –.
A fines del siglo XIX, EUA empieza a desplazar a Inglaterra como potencia mundial, así nace el FMI y BM, quienes negarían el derecho de los países subdesarrollados a proteger sus industrias nacionales y desestructurar el Estado Nacional, llegando a la estructura contemporánea del despojo en la que como menciona Galeano: El capital imperialista captura los mercados por dentro, hacinado suyos los sectores de la industria local: conquista o construye las fortalezas decisivas, desde las cuales domina el resto. La burguesía se ha asociado a la inversión extranjera sin derramar lagrimas ni sangre; en cuanto al estado, su influencia sobre la economía latinoamericana, que viene debilitándose desde hace un par de décadas, se ha reducido al mínimo gracias a los buenos oficios del Fondo Monetario Internacional. Así, la mayor inversión norteamericana se encuentra en Latinoamérica, ya mencionaba Sergio Rodríguez Lascano en un articulo de la revista Rebeldía, que el PIB de EUA, era generado por América Latina. Las naciones han sido destruidas, son un obstáculo para el capital, de esta forma se debe crear el Estado global, mediante la homogenización y hegemonización de los pueblos. La reforma agraria se ve muy lejana, pues como menciona Galeano, los empresarios se niegan a la reforma agraria, pues ven en ella un obstáculo para el crecimiento industrial. Ahora bien, lo demás desemboca en la no nacionalización del capital, es decir, el capitalismo no tienen nación de allí su expansión global, de esta forma contestaríamos a la pregunta del apartado ¿Qué bandera flamea sobre las maquinas? Pues la del poder, la del dinero, la de la desnacionalización por la mundialización del capital, no de la humanidad ni la razón, sino la sin razón . Las empresas extranjeras se acentúan a lo largo y ancho de América Latina. Entre las más poderosas empresas del país, que facturan ventas por más de siete millones de pesos anuales cada una, la mitad del valor total de las ventas pertenece a firmas extranjeras, un tercio a organizamos del Estado y apenas un sexto a sociedades privadas de capital argentino. Lo anterior no es propio de Argentina, sino de todo América Latina, y para darnos una idea de los monstruos financieros, daremos los siguientes datos:
... las trasnacionales han dejado de ser meros exportadores de mercancías para crear una infraestructura mundial de producción y distribución cuyo valor se calcula superior a los 2.1 billones de dólares, es decir, dos veces mayor que el PIB latinoamericano.
De las 10 compañías más grandes del mundo, seis son japonesas, tres son estadounidenses y una es británico-holandesa. La distribución geográfica de las corporaciones refleja las habituales estructuras de poder en la sociedad global: 435 de las 500 trasnacionales más importantes – el 87 por ciento- pertenecen a los países de grupo G-7. De ellas, 151 son estadounidenses, 149 japonesas, 44 alemanas, 40 francesas, 33 británicas, 11 italianas y 5 canadienses.
De América Latina se encuentran 2 brasileñas, 2 mexicanas y una Venezolana en la excelsa lista de amos del mercado mundial; pero es significativo que esas empresas pertenecen a los sectores primarios y terciarios: tres son petroleras y dos de servicios (banco y teléfonos), reflejando de esta manera, la virtual inexistencia de un potencial industrial latinoamericano en el mercado mundial.
Es cierto que en el tiempo en que era escrito las Venas, lo anterior aún no se suscitaba, pero también es cierto que mientras se escribe esto, todo puede cambiar, de hecho ya profetizaba Galeano: La brecha comercial – diferencia entre las necesidades de importación y los ingresos que se obtienen de las exportaciones – será cada vez más ancha si no cambian las actuales estructuras del comercio exterior: cada año que pasa, se cava más profundamente este abismo para América Latina. Y efectivamente las condiciones se siguen agudizando, desde el TLC, y más aun con la presión de la comunidad Europea sobre nuestras economías. La exportación de capitales se da ya a su máxima expresión, los intereses carcomen y hieren más las economías Latinoamericanas, pues los réditos multiplican cada vez mas las deudas, radiando cada vez como escribe Galeano La integración de América Latina bajo la Bandera de las barras y las Estrellas.
Terminaremos con las siguientes citas de que dicen así:
Es mucha la podredumbre para arrojar al fondo de la reconstrucción de América Latina. Los despojados, los humillados, los malditos tienen, ellos sí, en sus manos, la tarea. La causa nacional latinoamericana es, ante todo, una causa social: para que América Latina pueda nacer de nuevo, habrá que empezar por derribar a sus dueños, país por país. Se abren tiempos de Rebelión y de cambio. Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres.
Montevideo, fines de 1970.
En el mundo de el poderoso no caben más que los grandes y sus servidores. En el mundo que queremos nosotros caben todos. El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos...
La flor de la palabra no muere aunque en silencio caminen nuestros pasos. En silencio se siembra la palabra. Para que florezca a gritos se calla. La palabra se hace soldado para no morirse en el olvido. Para vivir se muere la palabra, sembrada para siempre en el vientre del mundo. Naciendo y viviendo nos morimos. Siempre viviremos. Al olvido sólo regresaran quienes rinden su historia.
Aquí estamos. No nos rendimos.
Zapata vive y a pesar de todo, la lucha sigue.
Desde las montañas del sureste Mexicano.
CCRI-CGEZLN
México, enero de 1996.
La historia no se repite.
Hoy y mañana, ayer y hoy y mañana:
El puente esta tendido, espera tu paso.
Por que la historia no se repite ni se hace de noche:
La historia se hace de día
Con el sol en la cara, con alegría.
Alrededor de todos hay una multitud.
¿Qué esperas?
¿Qué la historia se haga sola?
Miguel Guardia.
I
Han pasado ya 33 años desde que Eduardo Galeano termino de escribir esta fenomenal obra que nos permite entender nuestro pasado, comprender nuestro presente y por que no, hacer algunas proyecciones para el futuro. La maestría con que nos presenta cada capitulo, nos recuerda las recomendaciones que nos hace el sociólogo estadounidense Wraigth Mills en “La imaginación sociológica”, en el capitulo titulado la gran Teoría, en la que parafrasea a Talcot Parsosn por su gran complejidad de escritura, así mismo la critica que hace de algunos grandes escritores al citar que se preocupan más por la cuestión sintáctica de su escritura que por el contenido. Si bien Galeano no nos presenta en las venas abiertas una obra especializada en el tema, ni la estructuración de una teoría, como él mismo nos dicta: Este libro había sido escrito para conversar con la gente. Un autor no especializado se dirigía a un público no especializado, con la intención de divulgar ciertos hechos que la historia oficial, historia contada por los vencedores, esconde o miente. Sí nos da las bases de la historia Latinoamericana, de una forma fluida, amena, interesante y con un lenguaje sencillo, pero extremadamente profundo en lo que quiere transmitir al lector, pues la lectura de un libro es como una charla con el autor, y en este caso, diría yo una charla muy rica en todo sentido.
Podemos ver que la estructura de la obra se divide en dos partes; por un lado la titulada: “LA POBREZA DEL HOMBRE COMO RESULTADO DE LA RIQUEZA DE LA TIERRA” y por la otra: “EL DESARROLLO ES UN VIAJE CON MÁS NAUFRAGO QUE NAVEGANTES”. Desde de mi juicio, puedo suponer que la división de la obra en dichos capítulos se puede deber a que el autor hace una división entre lo que se conoce como “Colonización”, es decir las primeras invasiones a América, desde su descubrimiento en 1492, la expansión de muchas colonias Europeas, junto a la dominación económica, política y cultural. Y la “Neocolonización”, que se da después de las supuestas independencias de los países latinoamericanos (Transcurso del Siglo XIX), y que tiene como punto, la dominación económica de los países “subdesarrollados”.
Para un análisis de la obra de Galeano, trataremos de trabajar antes que nada la primera parte de la obra, pretendiendo de explicar el último apartado de la segunda parte de la obra, el cual se titula: “Nunca seremos dichosos, ¡ Nunca ! Había profetizado Simón Bolívar. La razón de hacerlo así es la siguiente: El autor de la obra nos presenta una cronología de la historia Latinoamericana para tratar de darnos una idea del por que América Latina hasta tiempos del autor 70´s – y en la actualidad, pues esos hechos históricos siguen arrastrándonos a la dependencia y a la pobreza - vivía condiciones de pobreza y precariedad en todo sentido. Para nosotros, la patria es América, había proclamado Simón Bolívar: la Gran Colombia se divide en cinco países y el libertador murió derrotado: Nunca seremos dichosos, ¡nunca!, dijo al general Urdaneta... El resultado esta a la vista: en la actualidad, cualquiera de las corporaciones multinacionales opera con mayor coherencia y sentido de unidad que este conjunto de islas que es América Latina. La mundialización de la nueva guerra, no es más que la mundialización de las lógicas de los mercados financieros. De rectores de la economía, los Estados Nacionales (y sus gobernantes) pasaron a ser regidos, más bien teledirigidos, por el fundamento del poder financiero: el libre cambio comercial. Por lo anterior, yo abogo por ver la historia hacia adelante, es decir como algo que trae consecuencias en el futuro, así podremos entender el momento histórico de Bolívar, del autor y nuestro, y para tal caso tendremos que analizar por que la pobreza del hombre es resultado de nuestra Riqueza.
II
Durante el siglo XV, las Colonias Europeas vivían una etapa de expansionismo, conquista de mercados y territorios, la Iglesia tenia un gran peso sobre toda la estructura social, política y cultural. Estamos hablando pues, de un capitalismo mercantilista. En ésta lógica es como España por medio del marino Genovés Cristóbal Colón, llega a tierra Latinoamericanas y casi 50 años después, llega Hernán Cortes para traer consigo de una forma más directa el caos y la sumisión de los nativos hacia la colonia Española. América era el vasto imperio del Diablo, de redención imposible y dudosa, pero la fanática misión se confundía con la fiebre que desataba, en las huestes de la conquista, el brillo de los tesoros del Nuevo Mundo. Bernal Díaz del Castillo, fiel compañero de Hernán Cortés en la conquista de México, escribe que han llegado a América por servir a Dios y a Su Majestad y también por haber riquezas. La gran sumisión hacia la iglesia y la corona era notable en la plebe, pero también su gran afán por el poder, un poder del que no gozaban en España. Podemos decir que el punto fundamental de la colonización de América fue su gran riqueza. Con despecho escribía Colon a los reyes, desde Jamaica, en 1503: Cuando yo descubrí la Indias, dije que eran el mayor señorío rico que hay en el mundo. Yo dije del oro, perlas, piedras preciosas, especierías ...
Así, el objetivo era el saqueo al máximo de la riqueza de la nuevas tierras - metales, teniendo a Potosí como nervio principal para tal fin – y para tal fin, se utilizaron dos métodos: Espada – represión, torturas, asesinatos – y Cruz – el aniquilamiento del politeísmo suplantando el catolicísimo como única religión y método efectivo de dominación, utilizando para tal fin la espada – .
Un apartado importante de las Venas es el que dice “España tenia la Vaca, pero otros se tomaban la leche”, el cual empieza de la siguiente manera: Entre 1545 y 1558 se descubrieron las fértiles minas de plata de Potosí, en la actual Bolivia, y las de Zacatecas y Guanajuato en México; el proceso de amalgama con mercurio, que hizo posible la explotación de plata de ley más baja, empezó a aplicarse en ese mismo periodo. El Rush de la plata eclipsó rápidamente a la minería de oro. A mediados del siglo XVII la plata abarcaba más del 99 por ciento de las exportaciones minerales de la América hispánica. Los metales arrebatados a los nuevos dominios coloniales estimularon el desarrollo económico europeo y hasta puede decirse que lo hicieron posible.
Y efectivamente, la gran cantidad de riquezas saqueadas hizo posible el ascenso de Europa, pues en ella existía una crisis por la gran cantidad de guerras internas, sin embrago, aunque España era el colonizador, eran otros quienes recibían los beneficios de ella, pues subsidio varias guerras como la de los 7 años. Sucesivos tratados comerciales firmados a partir de las derrotas militares de los españoles en Europa, otorgaron concesiones que estimularon el tráfico marítimo entre el puerto de Cádiz, que desplazó a Sevilla, y los puertos franceses, ingleses, holandeses y anseáticos.
Así, Galeano nos muestra con hechos históricos, lo que él sostienen en su obra “Nuestra pobreza es causa de nuestra riqueza”. Halamos aquí de una riqueza en recursos naturales y en mano de obra regalada, pues a los indios Yaquis de sonora los aniquilaron para obtener sus tierras ricas en recursos minerales y fértiles y poderlas vender a capitalistas norteamericanos. La misma suerte corrieron los indios Yaquis de Yucatán quienes eran esclavizados para explotar sus propias tierras en manos de latifundistas – en el periodo de Porfirio Díaz –. Ya John Keneth en su libro México Bárbaro escribía: ...los hacendados de Yucatán esclavizan a los obreros libres de sus feudos para reemplazar a los esclavos agotados, desnutridos, maltratados y agonizantes en sus fincas. Esclavitud quiere decir propiedad sobre el cuerpo de un hombre, tan absoluta que éste puede ser transferido a otro; propiedad que da al poseedor el derecho de aprovechar lo que produzca ese cuerpo, matarlo de hambre, castigarlo a voluntad, asesinarlo impunemente. Aunque es una comparación anacrónica, nos muestra pues que la esclavitud – partiendo de la definición que da Keneth – en América Latina es una constante, y digo es por que en la actualidad existen algunos casos de Maquilas en Sudamérica, en las cuales existen cárceles para los obreros, pero a eso volveremos más tarde.
El acaparamiento por parte de Europa sobre los metales – oro y plata principalmente – de América Latina fue devastador, con una maestría de deshumanización increíble. Hasta 1957, se “acepta” que los indios son humanos, y durante el siglo XVI hasta parte del XIX, el trafico de esclavos negros puso de manifiesto la irracionalidad, bestialidad e inhumanidad de los países “civilizados”. Se estima que de 9 a 10 millones de negros fueron traficados y que sólo existían 6 millones en América Latina, esto de 1518 – 19, los demás murieron en el transcurso del viaje por las condiciones precarias en que viajaban.
A lo anterior siguió la explotación agrícola, la explotación del suelo latinoamericano en beneficio de la Europa, por medio de la creación de latifundios. De la plantación colonial, subordinada a las necesidades extranjeras y financiada, en muchos casos, desde el extranjero, proviene en línea recta el latifundio de nuestros días. Este es uno de los cuellos de botella que estrangulan el desarrollo económico de América Latina y uno de los factores primordiales de la marginación y la pobreza de las masas latinoamericanas.
El problema de la tierra es, hasta nuestros días un problema, bien dice Galeano que es un problema de las masas latinoamericanas y factor primordial de la pobreza. En la actualidad, dicho problema no se soluciona, en México por ejemplo, se reforma el articulo 27 constitucional y se deja desprotegido al campesinado, cayendo en un retroceso histórico, pues antes en la época prehispánica, la tierra era colectiva, ya luego en la colonización la tierra pasa a pocas manos – latifundios y minifundios – , pero con la revolución mexicana, “la tierra debería ser ya para quien la trabaja”, y en la actualidad eso esta muy lejos de ser cierto. Lo anterior lo ponen de manifiesto el movimiento social “el campo no aguanta más” en México o el movimiento “Sin tierra” en Brasil. Y a propósito de Brasil: Naturalmente para producir alimentos, pasó a ser una región de hambre. Donde todo brotaba con vigor exuberante, el latifundio azucarero, destructivo y avasallador, dejó rocas estériles, suelos lavados, tierras erosionadas. Así Galeano nos muestra como un Brasil con grandes extensiones de tierra productiva, quedo hecho trizas a merced del colonialismo. No plasma como un gran país tan rico en tierra fértiles, que generaban una gran producción, daban de comer a sus habitantes nativos tierra para compensar la falta de hierro causa de la desnutrición en los niños. De esta forma, un gran productor de caña de azúcar no proporcionaba a sus niños ni un dulce para saciar el hambre. Sin embargo y contrario a esto, los plantadores de cacao en Venezuela encendían sus cigarros con billetes de quinientos mil reis. El trafico de esclavos proporcionó mano de obra muy productiva para los latifundios, en la producción de azúcar, café, cacao, producción que se tradujo en capitales para Europa y Estados Unidos – que se presume se debe su independencia a que Inglaterra prohibió la esclavitud, y al no beneficiar esa abolición a Estados Unidos, decide independizarse y continuar con la esclavitud –. El azúcar del trópico latinoamericano aportó un gran impulso a la acumulación de capitales para el desarrollo industrial de Inglaterra, Francia, Holanda y, también de los Estados Unidos, al mismo tiempo que mutilo la economía del nordeste de Brasil y las islas del Caribe y sello la ruina histórica de África.
Y efectivamente, lo anterior es parte de la ruina Histórica de África y América Latina, pues como menciona Galeano, la tríada o santísima trinidad como le llamo, era un ciclo de comercialización perfecta que sirvió al crecimiento de Inglaterra como potencia y por ende al crecimiento de Estados Unidos. La industrialización norteamericana contó, desde antes de la independencia, con estímulos y protecciones oficiales. Inglaterra se mostraba tolerante, al mismo tiempo que prohibía estrictamente que sus islas antillanas fabricaran siquiera un alfiler. Por una lado África exportaba esclavos a Latinoamérica y consumía manufacturas, a su vez, América Latina consumía manufacturas, producía materias primas y alimentos mismos que enviaba a Inglaterra y Holanda, dándose un ciclo de producción perfecto. Menciona Galeano, que cuando una región era explotada al máximo, otra era ocupada y vuelta centro de producción. A lo largo de los siglos, hubo siempre una legión enorme de campesinos desocupados disponibles para ser trasladados a los centros de producción: las zonas florecientes coexistieron siempre con las decadentes, al ritmo de los auges y las caídas de las exportaciones de metales preciosos o azúcar, y las zonas de decadencia surtían de mano de obra a las zonas florecientes. Y no sólo se dio una migración interna, sino externa, pues con la expansión demográfica de Europa, muchísimos europeos migraron a zonas de América Latina con el fin de obtener trabajo y poblar lugares carentes de explotación, para integrarlos en la acumulación de capitales dentro del mercado productivo – esto ya avanzada la revolución Industrial – . dedicadas al cultivo del trigo, empobrecidas por la Y hasta 1800, - diría Galeano –, las tierras del viejo continente dedicadas al cultivo del trigo, empobrecidas por la erosión, recibían ávidamente los cargamentos de nitrato de soda provenientes de las salitreras Peruanas de Tarapacá y luego, de la provincia boliviana de Antofagasta. Gracias al salitre y al guano, que yacían en las costas del pacifico casi al alcance de los barcos que venían a buscarlos, el fantasma del hambre se alejó de Europa. Y completando el párrafo, el hambre se alejo de Europa alojándose en América Latina y no se ha ido hasta la actualidad.
El hambre siempre sobro en esos periodos, pero los alimentos abundaban, lo que trajo consigo revueltas sociales causa de todo lo anterior, desde la rebelión de Túpac Amaru en el Perú en 1781, quien abogaba por la libertad de los esclavos, hasta la rebelión del caudillo del Sur en México Emiliano Zapata en 1910 – hasta nuestros días con el alzamiento zapatista en México en 1994 – . Todo lo anterior causa de la injusticia, y la explotación de nuestro territorio y gente, por parte de las potencias económicas del mundo.
La única potencia mundial del continente americano y no de Latinoamérica, es Estados Unidos. Dicha potencia creció como tal, utilizando los recursos naturales de que le proporcionaba – y proporciona América latina – a muy bajo costo como menciona Galeano: los Estados Unidos compran fuera de fronteras una quinta parte del cobre que gastan. La falta de cinc resulta cada vez más angustiosa: cerca de la mitad vienen del exterior. No se puede fabricar aviones sin aluminio, y no se puede fabricar aluminio sin bauxita: los Estados Unidos casi no tienen bauxita. Nos plantea Galeano que históricamente la carencia de algunos productos por parte de Estados Unidos como minerales y petróleo, son la causa de sus inversiones en América Latina, cabe mencionar también que esta potencia posee una gran cantidad de reservas petroleras las cuales no utiliza, pues le es más fácil hacer uso de las ajenas.
Los países latinoamericanos a pesar de ser tan ricos, son tan pobres y eso es la casa de entregar a los privados los recursos nacionales. En algunos lugares como en Brasil, dichos recursos se encuentran en zonas ocupadas por los nativos amazónicos, que ven como de ellos dichos lugares, y no es que los vean como de ellos, sino que realmente les pertenecen, y lógicamente se oponen a la privatización y colonización de los mismos. Pero para llevara cabo su cometido, el capital tienen distintas armas represiva e ideológicas como la religión, como no plantea Galeano: ... según el diario Correio de Manhä, más de veinte misiones religiosas extranjeras, principalmente de la iglesia protestante de Estados Unidos, están ocupando la Amazonia, localizándose en los puntos más ricos en minerales, oro y diamantes El control de la natalidad se puso en práctica en este grandioso espacio vacío, para evitar la competencia demográfica de los muy escasos brasileños que, en remotos rincones de la selva o de las planicies inmensas, viven y se reproducen. Estamos hablando de que eso ocurrió en la década de los 60´s, y que podría pensarse que ya no pasa, pero ese pensamiento es erróneo, pues en Chiapas, se habla de una lucha de etnias y de religión, podemos ver como religiones como la protestante, evangelizan a las comunidades indígenas, el fin es sabido, el aniquilamiento de la cultura, de la resistencia. Cabe mencionar un dato importante el cual Galeano no menciona en las Venas. Durante el periodo de los 60´s, hasta la actualidad, nace un movimiento importante denominado “Teología de la liberación”, en el cual se interpreta la Biblia con otra utilidad: la liberación de los pueblos con el lema de: Fe y compromiso social. Dicho movimiento se expande por toda Latinoamérica y es utilizado en algunos casos como arma ideológica de las guerrillas Latinoamericanas. No dudo mucho que el protestantismo aya sido pues, una forma de repeler el avance de los teólogos de la liberación, que aún en la actualidad hacen su aparición en las comunidades de base zapatista o en comunidades eclesiales de base las cuales se expanden a lo largo y ancho de América latina llevando a cabo y difundiendo dicha doctrina ideológica en comunidades apartadas y por lo mismo marginadas.
Con el petróleo ocurre lo mismo que con el café o con la carne, que los países ricos ganan mucho más por tomarse el trabajo de consumirlo, que los países pobres por producirlo. La diferencia es de diez a uno: de los once dólares que cuestan los derivados de un barril de petróleo, los países exportadores de la materia prima más importante del mundo, reciben apenas un dólar.
Las multinacionales como el grupo rockefeller, son las que dictan los precios y la utilidad del petróleo, el ritmo de vida y muerte de las naciones que están por de bajo de el supuesto “desarrollo”, es decir llevan a cabo a la práctica la mega política, eligiendo las zonas de explotación, los salarios a pagar, los precios para los productores y consumidores, es decir rigen la vida económica del mundo. Muchas veces sin meter las manos directamente como ocurrió en la guerra de la triple alianza contra Paraguay, en la que Argentina, Brasil y Uruguay se enfrentaron a Paraguay con apoyo de Inglaterra, quien fue el único beneficiado con la guerra. Y los tres países agresores son de los que menor ingreso tienen en América Latina, y todo por que, por la buna economía nacional que poseía Paraguay, sin deudas y una óptica nacional fuerte y mejor que muchos países de su tiempo. El capitalismo ha sabido jugar bien las piezas del ajedrez, creando conflictos entre los países latinoamericanos, siendo él el beneficiado, llevado acabo algunas de las máximas de Nicolás Maquiavelo como “el fin justifica los medios” y en especial “divide y vencerás”. El petróleo no ha provocado solamente golpes de Estado en América Latina. También desencadenó una guerra, la del Checo (1932 - 35), entre los dos pueblos más pobres de América del Sur: Guerra de los soldados desnudos, llamo René Zavaleta a la feroz matanza recíproca de Bolivia y Paraguay.
Así pues, USA se apodera de los recursos de sus vecinos Latinoamericanos y es que como dice Galeano, les cuesta menos importar hierro de Brasil o Venezuela, que se sus propios suelos, y es que un obrero estadounidense, recibe un salario en promedio de cinco dólares por hora, mientras que un latinoamericano recibe aproximadamente 5 dólares por 8 horas, y en la actualidad, tienen un mercado de mano de obra muchísimo más barata, la China. El capital tiene para donde escoger, nunca pierde, siempre gana, las multinacionales se enriquecen, mientras que las naciones se empobrecen y caen en crisis severas como el caso de Argentina, en la cual se podía ver en los diarios una frase que decía de la siguiente manera: “Si privatizar es la cura, ¿por qué Argentina agoniza?
Eduardo Galeano nos presenta de una forma sintética y práctica, como es que América Latina se fue hundiendo en la situación actual, y de eso sacamos el por que Bolívar profetizaría que nunca seriamos dichosos, y al mismo tiempo entendimos algunas cuestiones de nuestra situación actual, pero eso no es suficiente, pues aún hay más.
III
Escribe Galano en esta segunda parte que “el desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes”. En esta segunda parte, nos presenta Una América Latina ya independiente, una fase de libre comercio, libre para las mercancías, pero no para las personas. A partir de 1813, cuando el asamblea se declaro autoridad soberana, los comerciantes extranjeros quedaron exonerados de la obligación de vender sus mercaderías a través de los comerciantes nativos: El comercio se hizo en verdad libre. Los vaivenes posteriores en las políticas aduaneras de los gobiernos de la independencia generarían sucesivas muertes y despertares de las manufacturas criollas, sin la posibilidad de un desarrollo sostenido en el tiempo
El nivel Industrial en países como Argentina, México, Brasil y Bolivia, era grande, desafortunadamente la industria extranjera con mayor capital y poder de competencia las desaprecio o en otros casos las absorbió, creando así el monopolio industrial. A causa de lo anterior, América Latina tuvo que importar manufacturas de las grandes potencias, aunque contradictoriamente la materia prima para dichas manufacturas, eran y siguen siendo de origen latinoamericano. El liberalismo que la independencia trajo consigo agregaba a la corona británica y paralizaba los obrajes textiles y metalúrgicos de México, Puebla y Guadalajara. El ferrocarril y los caminos culminaron la ruina de la Rioja, que había comenzado con la revolución de 1810: el libre cambio había provocado la crisis de sus artesanías y había acentuado la crónica pobreza de la región. Así como en Argentina, sucedió en todo Latinoamérica, pues el libre cambio no termino con la desigualdad, ni la pobreza, sin embargo la empeoró más.
A pesar de la nacionalización de algunos sectores económicos como el petróleo en Venezuela, o México o el comercio interior en Argentina, la dependencia no ceso, al contrario se agudizo más los capitales extranjeros seguían y siguen dictando las norma económicas. Dicha dependencia se da de la siguiente manera: supongamos que cualquier país Latinoamericano que vende petróleo, subsidia sus gastos públicos de la venta del mimo, ahora bien, supongamos que EUA es el comprador de dicho petróleo, entonces si EUA cae en una crisis, o se imposibilita en adquirir el petróleo, esto le afectaría al país productor de petróleo, pues al no vender el producto que le subsidia los gastos públicos, estos no se pueden llevar a cabo. Las únicas actividades expansivas eran en América Latina , las que se orientaban a la exportación; y así fue también en loa años siguientes: los intereses económicos y políticos de la burguesía minera o terrateniente no coincidían nunca con la necesidad de un desarrollo económico hacia adentro, y los comerciantes no estaban ligados al Nuevo Mundo en mayor medida que a los mercados extranjeros de los metales y alimentos que vendían y a las fuentes extranjeras de los artículos manufacturados que compraban.
También nos menciona Galeano los empréstitos para los ferrocarriles, es decir el Estado se endeudaba con capitales extranjeros para llevara cabo las vías férreas, sin embrago dichas vías servían para el transporte de mercancías, de una manera directa y barata – en la actualidad todavía quedan los corredores y se siguen realizando más ahora en carreteras como el Grana visión en Puebla y Tlaxcala –.
A fines del siglo XIX, EUA empieza a desplazar a Inglaterra como potencia mundial, así nace el FMI y BM, quienes negarían el derecho de los países subdesarrollados a proteger sus industrias nacionales y desestructurar el Estado Nacional, llegando a la estructura contemporánea del despojo en la que como menciona Galeano: El capital imperialista captura los mercados por dentro, hacinado suyos los sectores de la industria local: conquista o construye las fortalezas decisivas, desde las cuales domina el resto. La burguesía se ha asociado a la inversión extranjera sin derramar lagrimas ni sangre; en cuanto al estado, su influencia sobre la economía latinoamericana, que viene debilitándose desde hace un par de décadas, se ha reducido al mínimo gracias a los buenos oficios del Fondo Monetario Internacional. Así, la mayor inversión norteamericana se encuentra en Latinoamérica, ya mencionaba Sergio Rodríguez Lascano en un articulo de la revista Rebeldía, que el PIB de EUA, era generado por América Latina. Las naciones han sido destruidas, son un obstáculo para el capital, de esta forma se debe crear el Estado global, mediante la homogenización y hegemonización de los pueblos. La reforma agraria se ve muy lejana, pues como menciona Galeano, los empresarios se niegan a la reforma agraria, pues ven en ella un obstáculo para el crecimiento industrial. Ahora bien, lo demás desemboca en la no nacionalización del capital, es decir, el capitalismo no tienen nación de allí su expansión global, de esta forma contestaríamos a la pregunta del apartado ¿Qué bandera flamea sobre las maquinas? Pues la del poder, la del dinero, la de la desnacionalización por la mundialización del capital, no de la humanidad ni la razón, sino la sin razón . Las empresas extranjeras se acentúan a lo largo y ancho de América Latina. Entre las más poderosas empresas del país, que facturan ventas por más de siete millones de pesos anuales cada una, la mitad del valor total de las ventas pertenece a firmas extranjeras, un tercio a organizamos del Estado y apenas un sexto a sociedades privadas de capital argentino. Lo anterior no es propio de Argentina, sino de todo América Latina, y para darnos una idea de los monstruos financieros, daremos los siguientes datos:
... las trasnacionales han dejado de ser meros exportadores de mercancías para crear una infraestructura mundial de producción y distribución cuyo valor se calcula superior a los 2.1 billones de dólares, es decir, dos veces mayor que el PIB latinoamericano.
De las 10 compañías más grandes del mundo, seis son japonesas, tres son estadounidenses y una es británico-holandesa. La distribución geográfica de las corporaciones refleja las habituales estructuras de poder en la sociedad global: 435 de las 500 trasnacionales más importantes – el 87 por ciento- pertenecen a los países de grupo G-7. De ellas, 151 son estadounidenses, 149 japonesas, 44 alemanas, 40 francesas, 33 británicas, 11 italianas y 5 canadienses.
De América Latina se encuentran 2 brasileñas, 2 mexicanas y una Venezolana en la excelsa lista de amos del mercado mundial; pero es significativo que esas empresas pertenecen a los sectores primarios y terciarios: tres son petroleras y dos de servicios (banco y teléfonos), reflejando de esta manera, la virtual inexistencia de un potencial industrial latinoamericano en el mercado mundial.
Es cierto que en el tiempo en que era escrito las Venas, lo anterior aún no se suscitaba, pero también es cierto que mientras se escribe esto, todo puede cambiar, de hecho ya profetizaba Galeano: La brecha comercial – diferencia entre las necesidades de importación y los ingresos que se obtienen de las exportaciones – será cada vez más ancha si no cambian las actuales estructuras del comercio exterior: cada año que pasa, se cava más profundamente este abismo para América Latina. Y efectivamente las condiciones se siguen agudizando, desde el TLC, y más aun con la presión de la comunidad Europea sobre nuestras economías. La exportación de capitales se da ya a su máxima expresión, los intereses carcomen y hieren más las economías Latinoamericanas, pues los réditos multiplican cada vez mas las deudas, radiando cada vez como escribe Galeano La integración de América Latina bajo la Bandera de las barras y las Estrellas.
Terminaremos con las siguientes citas de que dicen así:
Es mucha la podredumbre para arrojar al fondo de la reconstrucción de América Latina. Los despojados, los humillados, los malditos tienen, ellos sí, en sus manos, la tarea. La causa nacional latinoamericana es, ante todo, una causa social: para que América Latina pueda nacer de nuevo, habrá que empezar por derribar a sus dueños, país por país. Se abren tiempos de Rebelión y de cambio. Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres.
Montevideo, fines de 1970.
En el mundo de el poderoso no caben más que los grandes y sus servidores. En el mundo que queremos nosotros caben todos. El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos...
La flor de la palabra no muere aunque en silencio caminen nuestros pasos. En silencio se siembra la palabra. Para que florezca a gritos se calla. La palabra se hace soldado para no morirse en el olvido. Para vivir se muere la palabra, sembrada para siempre en el vientre del mundo. Naciendo y viviendo nos morimos. Siempre viviremos. Al olvido sólo regresaran quienes rinden su historia.
Aquí estamos. No nos rendimos.
Zapata vive y a pesar de todo, la lucha sigue.
Desde las montañas del sureste Mexicano.
CCRI-CGEZLN
México, enero de 1996.